Estas son las alegaciones que nuestra asociación ha presentado en el día de hoy al Presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar y al Consejero de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha para evitar que la presa de Cristinas en el termino de Pajaroncillo y en el río Cabriel sea derribada.El informe ha sido elaborado por nuestro compañero y amigo Nacho Latorre Zacarés con aportaciones tambien de Mariano López Marín y de Lourdes Barrios.
Presa de Cristinas (Pajaroncillo) .Fotografia de Manuel Abril.Muchas gracias.
Distinguido Sr.:
La Asociación SOS PATRIMONIO CONQUENSE posee entre sus finalidades la de la
divulgación y puesta en valor social del patrimonio cultural y natural existente
en la provincia de Cuenca, así como la concienciación y sensibilización acerca
de dicho patrimonio.
Enterada la Asociación del
propósito de la Confederación Hidrográfica del Júcar de derruir el azud de Cristinas
(Pajaroncillo) queremos transmitirles unas reflexiones acerca de la importancia
de respetar un enclave histórico y paisajístico para el Cabriel como es la zona
de Cristinas con una importante arquitectura del agua y unos interesantes
valores paisajísticos y medioambientales. Todo ello respetando la adopción de
otras soluciones que permitieran la movilidad de la fauna ictiológica. Es absolutamente compatible mantener el río en perfecto estado de salud
piscícola, con salvaguardar el inmenso tesoro patrimonial y natural que este
paraje del azud y el puente de Cristinas nos ofrece.
-
Tal como se señala en la documentación presentada para la declaración que la
UNESCO hizo en 2019 del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera,
la ocupación
humana del Valle del Cabriel desde la prehistoria y su ubicación a caballo
entre la Meseta-Mancha y el Levante ibérico ha propiciado que los distintos
pobladores y civilizaciones que a lo largo de los siglos se asentaron en el
Valle del Cabriel hayan dejado una gran cantidad de restos y muestras de su
presencia, en algunos casos extraordinariamente bien conservados, conformando
el patrimonio cultural del Valle del Cabriel que hoy conocemos. Este patrimonio
cultural es la memoria viva de la cultura de las comunidades humanas que hoy
día pueblan el Valle. Esta memoria viva es expresada de múltiples formas; unas
son materiales (monumentos, entornos y paisajes creados, objetos, etc.), otras
son inmateriales (fiestas, tradiciones, artes, música, oficios, conocimientos).
Cada vez con mayor fuerza el patrimonio cultural se ha convertido en una de las
claves de los destinos turísticos emergentes como el Valle del Cabriel, lugares
donde se puede interpretar que el
concepto de desarrollo sostenible del turismo no sólo guarda relación con la
manera de gestionar los recursos naturales y medioambientales, sino también,
que resultaría imposible acometer cualquier estrategia de sostenibilidad sin
integrar su dimensión cultural.
- Desde tiempos romanos y
más concretamente desde la civilización musulmana se desarrolló una cultura del agua en el Valle del
Cabriel en la que las presas o azudes para la captación del agua del río y las
acequias y caces para su conducción hasta la huertas, molinos, batanes o
martinetes han sido sus elementos fundamentales, junto con las ruedas, norias,
azudas o “zúas”, para elevar el agua.
- Un
ejemplo de la utilización del agua del río Cabriel a lo largo de la historia es
que en 1878, según la memoria realizada por el ingeniero Antonio Martorell para
la Junta de Gobierno de la Acequia Real del Júcar, se censaron en el Cabriel un
total de 45 presas o azudes de diferente rango, 18 molinos harineros con 53
piedras o muelas, 5 batanes, 1 martinete laminador de hierro y cobre y 15
norias o ruedas hidráulicas.
- Justamente Cristinas es
uno de los parajes de mayor interés histórico de todo el Cabriel a la luz de
los documentos y de todas las infraestructuras que aún perviven. De hecho, la referencia más antigua del molino de Cristinas aparece en un
privilegio de Enrique I de 1215 en
que confirma a la orden de Santiago molinos, huerto y viña de Pajaroncillo
denominado Cristinas. En el siglo XVI, el molino de Cristinas pasó a ser
propiedad del Convento de los Dominicos de Carboneras por iniciativa de los
marqueses de Moya. En el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752 nombra el molino
harinero de Cristinas en los siguientes términos: “En este término (Pajaroncillo) hay
un molino harinero distante de la población como un cuarto de legua, con corta
diferencia, sito en el paraje nombrado Cristinas, muele con dos piedras y con
el agua del río Cabriel que corre con abundancia y fuerza, es propio del
mencionado convento de Dominicos de Carboneras...”. Junto al molino también
hubo un batán y una herrería en el
siglo XIX tal como indica el diccionario de Madoz (1845-1850): “Puente de piedra con dos ojos sobre el río
Cabriel, molino harinero, batán y fábrica de hierro en la provincia de Cuenca,
part. Judicial. de Cañete, término. jurisdiccional de Pajaroncillo”. En el
Nomenclátor de los pueblos de España de 1858 se nombra también el molino, la
herrería y el batán de Cristinas. Este molino estuvo moliendo hasta los años 30
del siglo XX, dejando de moler tras ser vendido con el objeto de construir la
central hidroeléctrica de Cristinas.
.
El molino, el batán y herrería de Cristinas está conectado y se contextualiza
con el azud que desvía el agua para
estos aprovechamientos. El azud es definido por Antonio Martorell en 1878 de la
siguiente manera: “Presa del Molino de Cristinas (Pajaroncillo).
A
. El azud antiguo será
sustituido por un nuevo para la construcción de la Central Hidroeléctrica de Cristinas, persistiendo, por tanto, su
labor de contextualizar la arquitectura del agua de la zona y ayudando a la
puesta en valor de las históricas centrales hidroeléctricas del Cabriel tal
como se señala en el documento de propuesta del Valle del Cabriel para Reserva
de la Biosfera para la Central Hidroeléctrica Lucas Urquijo y
otros pequeños saltos hidroeléctricos.
. Cristinas es parte importante de la historia maderera del Cabriel, primer
río de España en el que se han descrito maderadas como lo hizo el geógrafo al Idrisi
a mediados del siglo XI. El Cabriel ha sido la vía fluvial histórica para
transportar las grandes maderadas que desde la Serranía de Cuenca y Albarracín iban
para Alzira, Cullera y Valencia hasta el mismo siglo XX, siendo la última en
1923. Las
maderas desde la sierra de Albarracín entraban por Salvacañete y llegaban a la
herrería de Cristinas cuando ya el Cabriel llevaba suficiente agua para su
navegabilidad. También desembarcaban maderas de la zona de Zafrilla,
Tejadillos, Huerta del Marquesado, Laguna del Marquesado y Cañete. De Cristinas
las maderas ya partían hasta la costa mediterránea.
. Completando toda esta
infraestructura histórica hídrica de la zona de Cristinas reseñamos su actual puente
renacentista del siglo XVI de dos ojos con tajamares a ambos lados, recientemente
restaurado y que seguramente sustituyó a antiguos puentes ya que es una zona
importante de paso. Incluso, hay autores que defiende la posibilidad de que
pasara una vía romana. También es zona de paso de una vía pecuaria, la Cañada
Real de Pajaroncillo al Puente de Cristinas que tiene continuación hasta el
antiguo Reino de Valencia, y que atestigua el antiguo y actual tránsito
ganadero. Por otra parte, el paraje de Cristinas es rico en yacimientos
arqueológicos desde la misma Edad del Bronce que testimonian la importante
actividad humana en esta zona del Cabriel.
. La presa-azud en la
actualidad se encuentra perfectamente aclimatada al río, recubierta por un
manto vegetal, que evita una visión agresiva o antiestética del río. Genera un
pequeño salto de agua y a la vez remansa las aguas límpidas del Cabriel en el
tramo anterior a la presa generando una zona de belleza paisajística y adecuada
para el baño. La misma cobertura vegetal puede facilitar el remonte del río por
parte de la fauna ictiológica.
. El coto de pesca de
Cristinas es uno de los mejores del Cabriel y hemos comprobado este mismo año
los altos rendimientos de pesca en el propio tramo que está bajo el azud por lo
que se deduce que el azud no afecta al coto.
. En el azud de Cristinas
viven una de las dos colonias de censadas en la provincia de Cuenca de la libélula
Oxygastra
curtisii (Dale, 1834) que es un anisóptero
endémico del mediterráneo occidental incluido en el Anexo II del Convenio de
Berna y en los Anexos II y IV de la Directiva Hábitats (Directiva 92/43/CEE),
por lo que requiere de una protección estricta y para cuya preservación es
necesario designar zonas especiales de conservación. Se incluye como Vulnerable
en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011) y también
en la Lista Roja de los Invertebrados de España (Verdú et al., 2011). Esta libélula
tiene preferencia por tramos de ríos remansados, de aguas cristalinas y bien
oxigenadas, con vegetación que dé sombra a las orillas. Es por ello que el
meandro de agua remansado que genera el azud de Cristinas se convierte en un
hábitat idóneo para esta libélula en peligro de extinción. El derribo de esta
presa supondría la desaparición del hábitat de la libélula Oxygastra curtisii.
.El azud de
Cristinas tiene un efecto beneficioso para la protegida loina porque la separa
de peces agresivos con ella que habitan debajo del mismo. Y eso también hay que
tenerlo en cuenta porque si se quitase el azud pondríamos en peligro a esta
especie presente aguas arriba del mismo y supondría un desastre medioambiental.
CONCLUSIÓN
Por todo lo argumentado con anterioridad,
el paraje de Cristinas es en la Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel
una de las zonas más interesantes por sus vestigios históricos, arquitectura
del agua e interés patrimonial a la par que importancia medioambiental y
natural. La loable iniciativa de permitir la movilidad piscícola de remonte del
río puede ser conseguida por otros medios como escalas de artesas,
ralentizadores o escala Denil, pasos naturalizados como ríos artificiales,
rampas de piedras o pasos rústicos… entre otras soluciones.
La eliminación del azud dejaría
descontextualizado innecesariamente la arquitectura del agua del paraje, más
teniendo en cuenta que esta presilla ha estado siempre presente en Cristinas,
pues ya se nombra un molino en principios del siglo XIII con continuidad hasta
la actualidad, adaptándose a sus diferentes funcionalidades. Una presa, que por
otra parte, está ya muy aclimatada, con cobertura vegetal y no afea estéticamente
este tramo de río.
Además, los trabajos de supresión de la
presa pueden ser traumáticos para este paraje y aguas abajo, pudiendo buscar
soluciones más respetuosas con el río. Por otra parte, habría que estudiar cómo
el puente de Cristinas se podría ver afectado por un cambio brusco de caudal,
al desaparecer el efecto de contención de aguas que proporciona la presa. De
hecho, muy cerca del puente se pueden ver en la actualidad los últimos restos
de materia vegetal arrastrados por crecidas de agua, factor que se puede
incrementar con la supresión de la presa.
Creemos que es absolutamente compatible
mantener el río en perfecto estado de salud piscícola, con salvaguardar los
valores patrimoniales y naturales que este paraje de la presa, molino, central,
herrería y puente de Cristinas nos ofrece. El valor cultural del Cabriel ha
sido uno de los factores de su declaración por parte de la Unesco como Reserva
de la Biosfera.
JOSÉ SAIZ
VALERO
PRESIDENTE DE LA
ASOCIACIÓN SOS PATRIMONIO CONQUENSE
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