TEJEDA LA VIEJA (Garaballa): Fenómeno equinoccial.
Esta entrada fue publicada en el blog anterior en marzo de 2014
Garaballa
Garaballa, situada en la cumbre de un pequeño cerro, por cuyos pies discurre el rio Ojos de Moya, y su santuario del siglo XV-XVI es un lugar digno de ser visitado.
Muy cerca de allí, siguiendo el río hacia el sur, en Tejeda la Vieja, se encuentra el primigenio santuario donde se cuenta la aparición de la Virgen del mismo nombre.
Allí puede observarse las ruinas del antiguo convento transformado posteriormente en molino de papel, su castillo de origen árabe y las dos cuevas (la Cueva de La Virgen, a la que la tradición asigna la aparición de la Virgen de Tejeda, y la Cueva del Ganado, junto al antiguo convento donde se ha descubierto una habitabilidad desde tiempos remotos, ibéricos y romanos, árabes y una utilización hasta la Edad Media, secundada por el pastoreo una vez abandonado el lugar).
Cueva de la Virgen y Cueva del Ganado
Precisamente, en el lugar donde más probablemente debió aparecerse la Virgen por su proximidad al antiguo convento erigido (la cueva del Ganado) tiene lugar un singular fenómeno sólo dos días al año coincidiendo con los equinoccios: el 21 de marzo y el 23 de septiembre. En la montaña, junto al castillo y frente a la cueva, hay un orificio y el sol, al atardecer se coloca justamente detrás. «Es un espectáculo», relata a Régulo Algarra, uno de los grandes conocedores del culto a la Virgen de Tejeda, encargado incluso de excavar en la zona. Descubrió este hecho por casualidad.
Fenómeno equinoccial en Tejeda la Vieja
El acontecimiento, que responde «a un culto ancestral en un espacio sagrado», explica, «es uno de los marcadores equinocciales del valle» y forma parte de los acontecimientos que se estudian en lo que se denomina arqueoastronomía. No es el único fenómeno del culto antiguo. Cada 14 de agosto hay una ceremonia de carácter solar en el nuevo monasterio de Tejeda. El sol entra y se proyecta a través de una ventana para iluminar con sus rayos la Virgen de Tejeda. «Invito a verlo tanto si se tienen creencias religiosas como si no», señala.
«Son dos fenómenos que no tienen nada que ver pero que son dignos de presenciar», precisa Algarra, quien explica que en toda España se están descubriendo fenómenos de este tipo relacionados con cultos antiguos que la teología cristiana los ha incorporado porque «hay equivalencia entre el sol que germina a una diosa y la Virgen María que es germinada por el Espíritu Santo».
Iglesia del Santuario de Tejeda y Oquedad del castillo de Tejeda la Vieja
Ver el vídeo del equinoccio otoñal de 2013 en Youtube (pinchar en el siguiente enlace):
El jueves 20 de marzo y también el sábado 22, están previstas dos excursiones con el mismo recorrido: por la mañana, visita a la ciudad de Moya, y por la tarde visita a Tejeda la Vieja (Garaballa), aprovechando el equinoccio de primavera.
Régulo Algarra Hernández marzo 17, 2014 en 7:23 pm
ResponderEliminarTodo más o menos correcto, pero hay un malentendido: la cueva que llamas “del ganado” es, en realidad la “Cueva del risco”, y la cueva de culto, donde actualmente se venera a la Virgen, es sencillamente “La cueva de la Virgen”.
Castillo de Quelasa (N. H. R.) marzo 18, 2014 en 9:26 am
ResponderEliminarHace algún tiempo ya hubo un debate sobre la aparición de la imagen de la Virgen de Tejeda junto al río Ojos de Moya, cerca del castillejo árabe, que llegó a intrigar al amigo Pepe Benedicto. Al no ser muy apropiado decir “aparición”, mejor sería denominar al hecho “hallazgo” y evitando dejar implícito el acto milagroso, por los riesgos que ello acarrea. Tras la reconquista fueron frecuentes estos hallazgos, casi siempre con el mismo denominador común, que vienen a mostrarnos una anterior y preislámica estrategia de esconder estos iconos ante la nueva dominación y normativa árabe con un temor tan grande entonces como grande sería la alegría del hallazgo, que iba a provocar colectivas plegarias y fervores.
En ese mismo debate se discutía sobre la fecha del hallazgo llegando a la conclusión de que no pudo ser en 1205, porque en esa época la zona era todavía irredenta.
El utielano Ponce de León (sobre 1663) loando las excelencias de la devoción a la Virgen de Tejeda, habla de su supuesta milagrosa aparición y de la creación del primer convento trinitario sobre 1395. Pero un siglo más tarde (1794) es reprendido por Antonio Gaspar Bermejo que, cambiando las fechas a 1205 y haciendo intervenir artificialmente en los hechos a Juan de Mata, a Guillermo Escoto, al santo obispo Julián y al rey Alfonso VIII, todos ellos reunidos en Atienza, quiso crear una historia milagrera a tono con lo que pedía el fervor de la villa, muy apartada de las crónicas de la reconquista y de la verdad histórica diocesana, que nos dice que la zona no fue cristiana hasta 1219 ni perteneció a la diócesis de Cuenca hasta 1232.
José Manuel Martinez García muy acertadamente escribe: “Da la impresión de que Bermejo introduce la fecha de 1205 para que todo le cuadre; ya que en ese tiempo personajes de prestigio de la Orden Trinitaria como Juan de Mata y Guillermo Escoto, junto con el obispo Julián, implicándoles de lleno en el suceso, eran los mejores valedores del momento para dar categoría universal y duradera al hecho prodigioso, institucionalizando de este modo la leyenda que había poseído y trasmitido el pueblo llano e ignorante”
JOSÉ MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA, Texeda la Vieja, Utiel, 2002: Pág. 97.
v m h marzo 18, 2014 en 6:47 pm
ResponderEliminarTYo fulano de un pueblo pequeñito de la provincia de Cuenca, sobre unos 5 años, visite com mis padres a la Virgen de Tejeda. La vi,me gustó y quedé encantado por lo cuaal le tengo mucha fe.